La impresora 3D es, sin duda, uno de los grandes inventos de la ingeniería moderna.
Se usó en un inicio para construir productos simples y pequeños como maquetas o insumos plásticos pero con el tiempo ha evolucionado y podría tener aplicaciones importantes con beneficios nunca antes imaginados.
Conozcamos algunos de sus usos más creativos y ambiciosos.
Casas
Ropa
Instrumentos musicales
Casas
Lentes fotográficas
Robots
Armas
Juguetes
Utensilios de cocina
Joyería
Prótesis médicas
Órganos humanos: La bioimpresión, promete mezclar el trabajo de laboratorio con impresoras capaces de tomar células cultivadas en laboratorio, llegando a imprimir, incluso, réplicas funcionales de órganos a la medida de cada paciente para realizar trasplantes.
Aunque aún no se ha logrado imprimir órganos complejos como un corazón o hígado, recientemente se logró crear una tráquea.
Este avance es realmente ambicioso e importante si tenemos en cuenta que tan sólo en Estados Unidos, 18 personas fallecen cada día esperando un órgano; esto terminaría con las largas listas de espera salvando muchísimas vidas.